Al terminar el año pasado, el presidente Obama firmó una ley que permite detener indefinidamente a sospechosos de terrorismo sin que exista alguna especie de juicio o debido proceso. Los manifestantes pacíficos de movimientos de ocupación [Ocuppy] de todo el mundo han sido etiquetados como terroristas por las autoridades. Iniciativas como SOPA promueven el monitoreo diligente de canales de comunicación. Hace treinta años, cuando Richard Stallman lanzó el proyecto GNU y durante las siguientes tres décadas, sus perspectivas -algunas veces- extremas y sus payasadas fueron ridiculizadas e ignoradas como paranoia. Pero aquí estamos, 2012, y sus “¿qué pasaría si?” que alguna vez fueron paranoides se han convertido en realidad.
Aún recientemenre, ha sido sencillo ignorar a Richard Stallman como un fanático paranoico, alguien que perdió contacto con la realidad hace mucho tiempo. Una clase de eterno hippie de las computadoras, la personificación perfecta del arquetipo del nerd de las computadoras espiritual que vive en un sótano. Su barba, su cabello, su vestimenta… en nuestro mundo de la apariencia es sencillamente muy fácil ignorarlo.
Sus perspectivas siempre han sido extremas. Su única computadora es una netbookLemote Yeelong porque es la única computadora que usa únicamente software libre (sin blobs de firmware, sin BIOS privativo; es toda libre). También se niega a tener un teléfono celular porque es demasiado fácil rastrearlos. Hasta que exista un teléfono celular equivalente a la Yeelong, Stallman no quiere uno. En general, todo el software debe ser libre. O, como lo expresa la Free Software Foundation:
“A medida que nuestra sociedad se vuelve más dependiente de las computadoras, el software o los programas que corremos tienen una importancia crítica para asegurar el futuro de una sociedad libre. Software Libre se trata de tener el control sobre la tecnología que usamos en nuestras casas, escuelas y negocios, donde las computadoras trabajan para el beneficio común e individual, no para las compañías de software privativo o los gobiernos que pueden pretender restringirnos y monitorearnos”.
Yo también ignoraba a Stallman por ser demasiado extremista. ¿Software libre para combatir gobiernos controladores y espías? ¿Corporaciones malignas que quieren controlar el mundo? ¿El software como una herramienta para monitorear los canales privados de comunicación privadas? Claro. Seguramente el software libre y código abierto es importante, y yo lo elijo siempre que se haya alcanzado la equivalencia funcional con las soluciones privativas, pero ese sinsentido de Stallman/FSF se pasa.
Pero aquí estamos, iniciando el 2012. Obama firmó la NDAA [National Defense Authorization Act] para el 2012, permitiendo que los ciudadanos estadounidenses sean detenidos indefinidamente sin que exista alguna especie de juicio o debido proceso, solo por el hecho de ser sospechosos de terrorismo. Al mismo tiempo, tenemos SOPA, la cual, si se aprueba, promulgaría un sistema en el cual, los sitios web pueden ser retirados de la red -de nuevo, sin alguna especie de juicio o debido proceso- estableciendo a la vez el monitoreo del tráfico de la Internet. Combine esto con cómo las autoridades han etiquetado a los movimientos Occupy -denominándolos como terroristas- y podrá usted ver hacia dónde se dirige esto.
En caso de que esto le recuerde a China y le sea similar a los regímenes totalitarios, usted no está solo. Incluso la Motion Picture Association of America, la MPAA [asociación estadounidense de productores cinematográficos] orgullosamente proclamaque lo que ha funcionado para China, Siria, Irán y otros, debería funcionar para los Estados Unidos. La Gran Muralla Cortafuegos de China y sistemas similares de filtración son glorificados como soluciones útiles en lo que se supone sería el mundo libre.
El quid del asunto aquí es que a diferencia de antaño, donde los regímenes represivos elaboraban redes de policía secreta e informantes para monitorear las comunicaciones, todo lo que se necesita hoy es tener control sobre el software y el hardware que usamos. Nuestras computadoras de escritorio, tablets, teléfonos inteligentes, y toda clase de dispositivos juegan un papel en virtualmente, todas las comunicaciones. ¿Usted piensa que está fuera de peligro cuando se comunica cara a cara? Piénselo de nuevo. ¿Cómo concertó usted ese encuentro? ¿Lo hizo por teléfono? ¿En la web? ¿Y qué es lo que usted tiene en su bolsillo o cartera, siempre conectado a la red?
De esto es lo que Stallman nos ha estado alertando todos estos años, y la mayoría de nosotros -incluyéndome- nunca lo tomamos en serio. Sin embargo, a medida que el mundo cambia, la importancia de ser capaz de revisar qué es lo que hace el código que tiene su dispositivo (o que alguien más lo haga, en caso de no tener las habilidades) se muestra cada vez más evidente. Si perdemos la capacidad de comprobar lo que nuestra propia computadora está haciendo, estamos muertos.
Este es el verdadero núcleo de las creencias de la Free Software Foundation y de Stallman: que el software privativo le arrebata el control a la persona usuaria, lo cual puede llevar a consecuencias desastrosas, especialmente ahora que dependemos de las computadoras para virtualmente cualquier cosa que hacemos. El hecho de que Stallman haya previsto esto casi tres décadas atrás es notable y reivindica su activismo. Esto justifica los 30 años de la Free Software Foundation.
Y en el 2012, probablemente necesitaremos más que nunca del software libre y de código abierto. En el Congreso de Chaos Computer en Berlín el año pasado, Cory Doctorow hizo una presentación titulada “La Guerra Próxima en la Computación de Uso General” [The Coming War on General Purpose Computation]. En ella, Doctorow advierte que la computadora de uso general, y más específicamente, el control de las personas usuarias sobre las computadoras de uso general, es percibido como una amenaza por los grupos de detentan el poder. ¿Las guerras del copyright? No son más que un preludio para la verdadera guerra.
“Como miembro de la generación del Walkman, he hecho las paces con el hecho de que necesitaré un aparato de asistencia auditiva mucho antes de morir, y por supuesto, no será un aparato, será una computadora que insertaré en mi cuerpo”, explica Doctorow, “Así que cuando me suba a un carro -una computadora en la cual meto mi cuerpo- con mi asistencia auditiva – una computadora que insertaré en mi cuerpo- yo quiero saber que esa tecnología no está diseñada para guardar secretos ante mi o para prevenir que yo termine procesos en ellos cuando vayan en contra de mis intereses”.
Y esta es verdaderamente la esencia de todo. Con las computadoras haciéndose cargo de cosas como el escuchar, manejar, y más, realmente no podemos darnos el lujo de ser excluidos de ellas. Necesitamos ser capaces de echar un vistazo adentro y ver qué es lo que están haciendo para asegurarnos de no estar siendo monitoreados, filtrados o lo que sea. Hace tan solo poco tiempo yo habría declarado que esto es pura paranoia, pero con todo lo que está sucediendo recientemente, ya no se trata de paranoia. Es la realidad.
“La libertad en el futuro requerirá que tengamos la capacidad de monitorear nuestros dispositivos y establecer políticas significativas en ellos, para examinar y terminar procesos que corren en ellos, para mantenerlos como servidores honestos a nuestra voluntad, y no como traidores y espías trabajando para criminales, matones y locos por el control,” advierte Doctorow, “Y aún no hemos perdido, pero tenemos que ganar las guerras del copyright para mantener a la Internet y las computadoras libres y abiertas. Porque esas son las armas en las guerras que están por venir, no podremos pelearlas sin ellas”.
Por esto es que usted debe apoyar Android (no a Google, sino a Android), aún si usted prefiere el iPhone. Por esto es que usted debe apoyar Linux, aún cuando use Windows. Por esto es que usted debe apoyar a Apache, aún si usted corre IIS. Llegará un punto en el que ser libre o abierto ya no será un beneficio divertido, sino una necesidad indispensable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario